Confesión y demostración

Confieso que en cierto momento ni siquiera sabía si me podías ver.
En cierto momento pensé que me había vuelto invisible de algún modo al no hacer o decir, sobretodo decir, tales o cuales cosas.
Pensé que la distancia se encargaría de hacerme aun más invisible, como hecha de un papel tan delgado que parece transparente para ti.
Que cuando te necesitara, como llegó a pasar más de una vez, no eras de los que iría o se preocuparía al menos...

Hoy me demostraste lo contrario. Ese es un pensamiento feliz.
Hoy, con sinceridad, llamaré a eso amistad.

Comentarios

Entradas populares