Sobre el examen profesional de Ana
Siempre estuve segura de que Ana era por mucho la chica más lista de la generación, que lo sabía todo, que lo podía todo y que iba a llegar muy lejos en la vida, todos sabían quien era Ana, los profesores adoraban a Ana... yo adoraba a Ana....
Y resultaba
que Ana era mi modelo a seguir, en algún momento de la carrera yo aspiraba a
ser tan lista como ella, o por lo menos la mitad, a haber leído tanto como
ella, estudiado o memorizado tanto como ella... porque yo quería ser como ella,
Ana era la clase de persona que yo habría querido ser y que por alguna razón no
alcanzaba a ser todavía. Y también en cierto momento me propuse ser su amiga.
Y también
resulta que hoy, durante el examen profesional de Ana, me di cuenta de muchas
cosas, incluyendo que después de mucho tiempo podía considerarme amiga de Ana,
que justo por eso estaba ahí, por eso ella me había invitado al día más
importante de su vida profesional... Y ella, sentada frente a la mesa de
sinodales que la bombardeaba de preguntas, seguía siendo la chica más lista de
la generación, nunca dejaría de ser eso, yo siempre iba a pensar en Ana de ese
modo. Y hoy demostró más que nunca en la vida que es eso... incluso bromeamos
sobre que los sinodales inventarían una categoría por encima de la “Mención
Honorífica” y que sólo estaría disponible para Ana.
También
entendí, después de mucho meditarlo, que yo siempre había querido pertenecer a
ese grupo de personas al que pertenecía Ana, quería ser lista, ser amiga de la
gente más lista, con quienes aprendería muchísimo... pero que nunca creía que
pudiera llegar a tal cosa, sin embargo la gente lista me conocía, durante la
espera por el veredicto del examen me quedó muy claro, y a esa gente le caía
bien... Y de cierto modo, sintiéndome generalmente el eslabón más bajo de la
cadena, pertenecía un poco a esa gente, a la gente que se titulaba primero, a
la gente que sabía cosas, a la gente que terminó la carrera a tiempo, esa gente
sabía quien era, sabe quien soy, les caigo bien... Y a Ana, a la chica más
lista de mi generación.
Siempre supe
que Ana era la chica más lista de mi generación y por mucho, en algún momento
de la carrera tenía dos metas (¿o eran sueños?) ser algún día tan lista como
Ana y llegar a ser amiga de Ana. Dos sueños rarísimos de la chica no tan lista
y sumamente insegura de la clase.... Y es que yo la idolatraba (sí, en serio y decirlo se siente rarisimo)
Y hoy
estuve en el examen de Ana, la vi enfrentar las preguntas, la vi, por primera
vez desde que la conozco, usar vestido, estar nerviosa... hoy me abracé un par
de veces a Ana, me agradeció estar ahí y le agradecí invitarme. Y fui su amiga,
así de sencillo...
Y al final
surgieron dos descubrimientos importantes.... Uno: Tal vez nunca sea tan lista
como Ana, pero si de cierto modo soy un poco parte de la gente lista de la generación,
tal vez alcancé con ser tan lista como yo puedo ser, tan lista como yo, sin comparación
con nadie. Y dos: después de cinco años, si puedo considerarme amiga de Ana.
Hoy se tituló la chica más lista de mi generación... Mi amiga Ana.
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