Y mi libro cuesta.... ¿cuánto?

 
A propósito de mi nuevo libro (“Verde y otros cuentos amigos”, Ediciones Oblicuas, 2015) me quede pensando en varias cuestiones sobre el mundo editorial y el libro.... Y luego, una de mis amigas me compró el libro, y la verdad es que a mi me habría gustado regalarle el libro, de menos dárselo más barato, pero ella insistió en pagarlo completo, porque era lo justo, porque era “mi trabajo”... Eso me dejo pensando.
 
Ahora pues, seamos realistas, si, definitivamente es mi trabajo, el haberlo escrito, porque todo lo demás es trabajo de otros. Y como mi trabajo yo debería poder decidir muchas cosas sobre él, aunque así no funciona el mundo editorial. Y entonces pensé que hay muchas decisiones sobre el libro que tampoco son de la editorial en si, que dependen de otros miles de factores.
 
Ay... el mundo editorial. Que rudo mundo resulta. Y normalmente uno no lo sabe, a veces hay que estar adentro para darse cuenta. Yo no estoy ahí, porque mi contacto con el trabajo editorial en el Colmex es limitado, pero en los incesantes correos con mi editor me he podido dar cuenta de muchas cosas. Y rápidamente aprendí que es un mundo rudo, que no depende sólo del trabajo de cada editorial, que depende mucho de la sociedad, de las otras editoriales, de la competencia... La industria editorial es muy dura, demasiada competencia, editoriales que compran otras, un mundo que parece para desgarrarse unos a otros. Ya me lo decía mi editor, es un mundo cruel y para una editorial independiente... bueno, se entiende.
 
Me gustaría decir que yo lo entiendo, y es así, pero no por ello lo acepto. Es injusto lo que pasa en el mundo editorial, es injusto lo que sucede en el mundo de arriba, en los que controlan los precios de libros, en las grandes editoriales que opacan a las pequeñas, a las pequeñas o independientes que no pueden poner libros super baratos porque no funciona así, que tienen menos ventas por los grandes gigantes. Es injusto el precio único del libro que, por supuesto, deja que el “único” sea el precio más alto. ¿A quién diablos beneficia eso?, les diré que a los lectores no, y a las editoriales pequeñas me parece que tampoco y a los que publicamos en ellas tampoco.
 
Viendo una película aprendí que la cosa es así: Se publica un libro, o un disco, se vende a 10 dólares, de esos 10 sólo 1 va para el escritor, músico o cantante o lo que sea, funciona así, y mira que bien si eres un gigante editorial o el mega magnate de la industria discográfica, que mal para los otros... No critico a mi propia editorial, obviamente no, y no porque confíen en publicar mis escritos, sino porque no trabajamos así. Porque nosotros nos jugamos el mitad y mitad, porque dividimos los gastos y las ganancias en partes iguales, o al menos esa es la idea. ¿Salimos ganando por eso?... la verdad no, o al menos me parece que no, porque no podemos competir con los grandes, porque yo puedo poner la mitad para una tirada de quinientos ejemplares, pero no podría (y puede que ellos tampoco) con una de 10 mil... otras editoriales si, y aún así tenemos libros de 200 y algo de pesos, de 18 euros, de... se entiende ¿no?
 
¿Por qué mi libro tiene que costar 14 euros? Y lo que es peor ¿por qué yo tendría que venderlo a 268 pesos?... Y también, si tenemos estos precios, que en el fondo son iguales a los de todo el mundo, ¿por qué seguimos siendo una editorial independiente que no esta en librerías y que pelea para ser vista?
 
Las palabras de nosotros, los independientes, los que trabajamos tanto como los otros, deberían tener el mismo derecho a ser leídas que las de las editoriales gigantes que apuestan nada más por lo que deja dinero. Pero claro, siempre se me olvida, el mundo no funciona así. Una pena.
 

 

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