Yo no quiero ser especial por eso...
En el primer curso que tomé con Lorena conocí a una chica, Soffi, que tenía algo en común conmigo, algo no muy común. Se presentó diciendo "yo me enferme de algo difícil... y para pronto tuve que recibir un tratamiento con yodo radiactivo", inmediatamente lo entendí porque era lo mismo por lo que yo había pasado un año antes, pero después dijo "y no quiero ser especial por eso", y eso no lo entendí, al menos en el primer momento no. Viene a ser mucho tiempo después que finalmente entiendo lo que Soffi quería decir ese día.
Yo tampoco quiero ser especial por eso, por no tener tiroides, por haber sido tratada por un radiólogo en el departamento de medicina nuclear, por que estaré enferma el resto de mi vida, por cada dosis de levotiroxina que debo tomar cada mañana durante el resto de mi vida... Me niego a eso.
Ahora cada cambio de humor, cada ataque de irritabilidad esta justificado, porque es parte de mi larga lista de posibles síntomas, y esta genial para justificar, pero también es fastidioso; ahora debo cuidar algunas cosas que como, ahora todos pueden poner los ojos sobre mi cuando me canso, cuando me mareo, cuando estoy triste, ahora de pronto a mitad de las vacaciones mi mamá puede voltear a verme y preguntar "ya te cansaste ¿verdad?"... ahora hay días en que el frío se cola dentro de mi y me paraliza... ahora, cualquiera puede preguntar, entender que no llegue a algo o cancele o me retrase (incluso al trabajo) por mi cita con el médico...
Tal vez por eso tuve mucho cuidado cuando me enferme de no divulgarlo, de no decir más que a quien fue estrictamente necesario o a personas de total confianza, fue padre tenerlos ahí en los peores momentos, cuando me cansaba todo, me hizo sentir bien, me hizo querer más, ahora... ahora quisiera tantas cosas, que no me miraran, que no me justificaran... Yo no quiero ser especial por esto. Yo quiero ser especial por todo lo demás, pero no por la enfermedad, por el yodo radiactivo, porque dentro de mi ya no hay algo que los demás si tienen... no por la dosis de levotiroxina número un millón.
Yo tampoco quiero ser especial por eso, por no tener tiroides, por haber sido tratada por un radiólogo en el departamento de medicina nuclear, por que estaré enferma el resto de mi vida, por cada dosis de levotiroxina que debo tomar cada mañana durante el resto de mi vida... Me niego a eso.
Ahora cada cambio de humor, cada ataque de irritabilidad esta justificado, porque es parte de mi larga lista de posibles síntomas, y esta genial para justificar, pero también es fastidioso; ahora debo cuidar algunas cosas que como, ahora todos pueden poner los ojos sobre mi cuando me canso, cuando me mareo, cuando estoy triste, ahora de pronto a mitad de las vacaciones mi mamá puede voltear a verme y preguntar "ya te cansaste ¿verdad?"... ahora hay días en que el frío se cola dentro de mi y me paraliza... ahora, cualquiera puede preguntar, entender que no llegue a algo o cancele o me retrase (incluso al trabajo) por mi cita con el médico...
Tal vez por eso tuve mucho cuidado cuando me enferme de no divulgarlo, de no decir más que a quien fue estrictamente necesario o a personas de total confianza, fue padre tenerlos ahí en los peores momentos, cuando me cansaba todo, me hizo sentir bien, me hizo querer más, ahora... ahora quisiera tantas cosas, que no me miraran, que no me justificaran... Yo no quiero ser especial por esto. Yo quiero ser especial por todo lo demás, pero no por la enfermedad, por el yodo radiactivo, porque dentro de mi ya no hay algo que los demás si tienen... no por la dosis de levotiroxina número un millón.
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