Yo no quiero ser silencio
A veces quisiera realmente querer más a Aurelio de lo que lo quiero a él. Por qué entonces las cosas que me dice ya no me importarían tanto, ya no me dolerían tanto.
Durante muchos años me han preguntado, o han querido saber, porque yo no hablo, porque yo nunca tengo que contar, porque yo nunca sé que responder al "cuéntame algo", hace un par de días uno de mis mejores amigos quiso saberlo y yo no supe que responder. Tuve, hace algunos años, un amigo que me hizo sentir que yo no era interesante, que nada de lo que yo tenía para contar valía la pena, eso me fue quitando las ganas de hablar. Pero es más que eso.
Hoy voy entendiendo que fue algo más, algo de antes, algo más fuerte... Él no desea oírme, él me hace sentir que no importo, que las cosas que yo tenga que decir no valen la pena, él, que debería ser una de las personas más incondicionales de mi mundo, quien más me quisiera y apoyará, me hace sentir que estoy destinada al silencio, porque mis palabras le dan lo mismo. Él me ha relegado al silencio de no ser suficiente... ¿suficiente qué?... suficientemente interesante, lista, importante... Él no desea oírme.
Tal vez fue así hace poco, o tal vez hace mucho, no lo sé. Pero ahora tiene mucho que ver con la perspectiva -como cuando en la Facultad tener de amiga a Ximena me hizo ver que mis otras amigas no eran justas conmigo-, la perspectiva de tener a Aurelio en mi vida que siempre me hace sentir que valgo la pena, que lo que digo importa, que alguien puede estar orgulloso de mi, de lo que he aprendido, de lo que sé, de lo que hago, de lo mucho que he avanzado; tener en mi vida a alguien tan brillante que considera que valgo la pena me hace darme cuenta de cuando ocurre lo contrario, hace que me duela más que Él no quiera oírme.
Mi silencio es eso, la sensación de que una persona que quiero descomunalmente no me quiere oír, que puede enojarse y mandarme a callar porque yo no tengo porque meterme, porque hablar, por que opinar; si Él no quiere oírme, por qué alguien más querría hacerlo. Esa es mi duda. Las voces de mi cabeza me lo repiten cada día al oído, pero tal vez hasta hoy no lo he podido entender, que me callo porque Él no ha querido oírme, siempre seré eso...
Pero, si Él me ha condenado al silencio, a existir por lo poco interesante o relevante que le resultan mis palabras, por una vez tengo ganas de ser una voz, de que todos los otros aspectos de mi mundo se llenen con mi voz, de que un día alguien pueda decirle a Él que yo he sido voces, opiniones, ideas, que yo he llenado silencios. Él me condena al silencio y por primera vez yo quiero ser Voces.
A veces quisiera genuinamente si querer más a Aurelio, más que a Él, querer a quien me oye, porque así ya no me dolería tanto...
wish i understand this...
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