Pequeñas victorias
El miércoles tuve un mal día, probablemente debido más a mis preocupaciones y mis cambios de humor que a mi mala mañana rn el gimnasio, que fue la que desencadenó todo.
Ese día sentía la imperiosa necesidad de que me dijeran lo bueno de mi, un cumplido, un "eres simpática", un "te ves bien con esa falda", algo así... que me dijeran lo que hago bien, un reconocimiento, un "eres lista", un "vales la pena"... necesitaba abrazos y recordatorios de que hago cosas bien, de que mi esfuerzo sirve. Necesitaba una victoria, al final lo resumi a eso, necesitaba una pequeña victoria personal para seguir adelante. Sólo eso. Un triunfo, una victoria.
Hoy la he tenido. O tal vez más que eso. He tenido el reconocimiento de mis victorias, el recuerdo de lo mucho que he hecho y lo tanto que he aprendido. Porque hoy me ha regalado más que una victoria, más que el reconocimiento de los triunfos obvios, o el saber de esos triunfos más personales o afectuosos que me unen a otros...
Hoy me ha regalado la certeza de victorias futuras, la seguridad de que hay triunfos sobre los miedos, que hay valentía en mis alas, que vienen victorias insospechadas.
Hoy él me ha regalado las ganas de volar.
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