Confesión. Lo que cambio

Ya no puedo ser la misma persona. Porque algo cambio en mi.

Ya no puedo tener los mismos miedos. Porque me enfrente a algo que siempre evite.

Ya no puedo sentir lo mismo. Porque algo dentro de mi se rompió.

 

Al momento de estar frente a todos, al momento de enfrentarme con aquello que nunca quise hacer, al momento de explicar todo, entendí algo... no sólo sobre la clase que estaba dando, sino algo más grande, algo sobre elegir, sobre poder, sobre ser más de lo que ya somos. Al momento de enfrentarlo y descubrir que podía, que lo disfrutaba, algo pasó, algo grande, algo importante.

 

No se trataba de descubrir que podía dar clase. No se trataba de descubrir que lo podía disfrutar. No se trataba de hacerlo en sí. Se trataba de entender que podía elegirlo, que podía elegir hacer eso, de enfrentar a mi miedo, crecer y elegir poder hacerlo. Y Aurelio me había enviado a eso.

 

Ya no puedo ser igual. Ya no puedo esperar lo mismo... porque descubrir eso cambió algo, algo muy adentro de mi. Descubrir que podía enfrentar y lograr, que podía elegir, que era más fuerte, más grande y más valiente de lo que creía fue importante. Ya no puedo ser igual.

 

Y aplicando esto al resto de mi vida, ahora entiendo. Puedo elegir... a dónde ir, qué hacer, qué ser, qué sendero seguir andado, a quien querer... Puedo no elegirte. Puedo elegirme. Puedo seguir recorriendo mi sendero. Y a lo mejor Aurelio no me envío a descubrir eso en sí, pero era parte del proceso.

 

Ya no puedo ser la misma persona. Porque esto me regalo mi valor. Porque Aurelio me dio mis ganas de volar.

Y eso nadie podrá quitármelo.