Ya me castigué suficiente

He cambiado de sentimientos mil veces en este larguísimo proceso de olvidar, superar y perdonar lo que pasó. Te he detestado, te he extrañado y me has dado lo mismo, todo a la vez y también alternado... He leído tus críticas indirectas, he hecho las mías, he estado al pendiente y también te he olvidado, todo de a ratos. He jurado olvidar, he caído rendida en la tristeza y la añoranza... todo a la vez y también alternado.

 Y así se nos ha ido más de un año... o se me ha ido a mi, porque no sé como ha sido tu tiempo desde entonces. Y después de celebrar aniversarios, recuerdos, cumpleaños, despedidas, perdidas y más sin ti, me di cuenta de que ya ha sido demasiado. Ya sobrepasé el limite... Ya no quiero pedir perdón, ya no quiero sentirme culpable...

 Ya me castigué suficiente por lo que nos pasó.

 Te perdonó por todo el daño, lamentó todo el daño, pero aún más importante: Me perdonó a mi misma por todo esto.

 Te he de extrañar de ahora en adelante en nombre de los bellos momentos, de los recuerdos, de las fotos, las salidas y las palabras, te he de extrañar porque fuiste una de las mejores y más fieles amigas que se pueden tener en la vida, pero no te anhelo con ese dolor acumulado de quien hizo un daño insuperable. Ya me culpé y ya me castigué suficiente por lo que nos pasó. Me perdonó.

 Este es el final de esto, el final de la mala etapa, el final de ese dolor abrumador, de sentirme culpable por lo que casi logré, es el final de la despedida y el castigo, es el final de la prohibición y de las palabras medidas hasta el último punto, el final del daño... Ya me castigué suficiente... Es el final.

 Cuando quieras volver estaré dispuesta a que seamos lo que podíamos realmente ser... Cuando estés dispuesta aquí estaré para ti. Ya no hay rencor, ya no hay culpa, ya no hay dolor... Ya fue suficiente. Estoy aquí. Te perdoné. Me perdoné. Y no voy a ir a ningún lado.

 Y si, aún cuando lo intenté, la decisión es que no podemos volver la una a la vida de la otra, entonces lo aceptó, porque ya no tengo culpa, y agradezco, porque fuiste una de las personas más sólidas y maravillosas de mi mundo....

 ... te quise tanto.