Reflexión en la oficina de Wendy.


Sabía que un día iba a pasar, que alguien preguntaría que pasó entre ella y yo.
Y en el fondo me alegra que haya sido Wendy... da tranquilidad y claridad poder sincerarse con alguien sobre eso, me da una profunda libertad el poder decir que pasó y porque fue así, pero más aún que ella entendiera, que ella lo hubiera intuido hace tanto, pero haya esperado el momento adecuado para preguntármelo.... que ella se preocupara y me dijera que no tengo culpa alguna que cargar.

En un momento de reflexión, di un vistazo al pasado... Pensando en la amiga que perdí y la oportunidad por la que no peleé más. Y me di cuenta de que no perdí tanto, que todo lo que pasó me condujo a donde estoy ahora... Y ahora soy feliz.


Sentada hoy con Wendy, hable de lo culpable que me había sentido, de lo duro que fue en un inicio, quise decirle que no había sido capaz de pedirle el trabajo porque la culpa me sobrepasaba, hable también de como entendí que no podía cambiar ciertas cosas, ciertos gustos... ella fue territorial y yo no podía hacer nada con eso.

Fue muy terapéutico y auto-reflexivo ver a Wendy y poder hablar con ella... Fue una reiteración de que las cosas van bien, de que no estoy sola, de que el pasado se queda atrás...

Hoy, con Wendy... entendí que todo va de acuerdo al dharma.
No puedo pedir más.

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