Respira

Total que fuimos a ver una película francesa, con eso inicia toda esta reflexión, una película llamada "Respira"... La historia va de una adolescente que se hace super amiga de la chica nueva de la escuela, se vuelven inseparables, hasta que el asunto se vuelve obsesivo y la nueva termina por hacerle la vida imposible, por alejarla de todos, por hacerla sentir miserable y luego... vale, el final no lo cuento.
 
El punto es que, aunque  mi hermana no entendió la película y mi papá se aburrió infinitamente, a mi la historia me llegó muy adentro, me pegó muy fuerte, porque me encontré reflejada. Porque de pronto en esa chica, Charlie, me vi a mi misma... Y eso fue duro. Me hizo reflexionar y dar una buena mirada al pasado... y el riesgo con mirar a nuestro pasado es que no siempre nos gusta lo que nos encontramos, porque podemos toparnos con nuestros puntos tiernos (como los llama Lorena), esos momentitos que al recordar aún duelen... yo después de esa película tuve que encontrarme con algunos de los míos, y mientras los recordaba yo también tenía que decirme una y otra vez a mi misma: "Respira"
 
Tal vez yo caí demasiadas veces en lo mismo, no sé si no aprendía, si fingía que no lo veía o si quería creer que la cosa siempre iba a mejorar y debía pensar lo mejor de las personas, no lo sé, tal vez una mezcla de todo. Y era una mezcla mala a decir verdad. Fui débil y caí demasiadas veces, fui débil, quería que me quisieran y estaba dispuesta a pagar el precio aún cuando no sabía ni de que iba. Fui débil e ingenua. Y muchas veces antes de salir de una, ya estaba dentro de la otra y no lo sabía.
 
Para explicar, imagina una amiga, una amiga a la que quieres con toda el alma, una mejor amiga, por quien haces lo que sea, a quien le confías casi todo, alguien para quien vas a estar siempre y esperas que este siempre, que sabes que va a estar siempre... Es lo más genial del universo, hasta que un día cualquiera te das cuenta de que algo no se siente bien. Hasta que un día cualquiera abres los ojos y te das cuenta de que casi tu mundo gira en torno a ella, que todas las otras personas las ha alejado ella, que estas ahí siempre para ella, pero que no es reciproco. De pronto es tu amiga, o más bien eres su amig@, pero también muchas cosas más, que incluyen sentirte como su fantasma privado... Tu eres su mejor amiga, pero ella no la tuya.
 
¿Alguna vez alguien tuvo una amiga así? o amigo, aunque creo que con los amigos se es menos intenso... ¿Una amiga que te uso más como paño de lagrimas que como amig@?, ¿una amiga que te pidió cubrirle cada una de sus mentiras o pretextos y se ofendió el primer día que dudaste si era lo correcto?, ¿una amiga que se aseguró de alejar a todas las personas de tu mundo y que esperaba que estuvieras sólo para ella?, ¿una amiga que esperaba que hicieras absolutamente todo por ella y que el primer día que dijiste no se sintió profundamente traicionada y te reprochó?, ¿una amiga que te chantajeó o manipuló?, ¿una amiga que te hizo hacer cosas que tu no querías, pero que tenías que hacer si querías seguir siendo su amig@?, ¿una amiga que te convencía una y otra y otra vez cada vez que estabas herida de que era tu culpa y que tenías que suplicarle su perdón?.... ¿una amiga que era todo menos una amiga?
 
Yo no tuve una, tuve muchas... muchísimas más de las que debía, que de hecho debieron ser cero porque nadie merece eso. Yo tuve muchas y cuando vi la película las recordé a todas... Y me tuve que recordar "Respira"... porque ese si era un punto tierno, uno muy fuerte. Uno que sangraba todavía, que me corroía por dentro.
 
Es difícil decir donde empezó todo.... lo que si tengo claro es que tan malo fue, que tantas marcas dejo. Y cuantas veces tuve que detenerme a tomar aire en medio de todo eso. Tal vez si hubiera hablado la primera vez que reconocí que todo estaba demasiado torcido, cuando me descubrí haciendo cosas que no quería por Estefanía, la cosa hubiera sido diferente. Tal vez cuando todos mis amigos estaban llenos de chismes y pensando cosas de mi que no venían al caso debía haber hablado y pedido ayuda, pero no fue así... al menos sé que fue cuando empecé a tomar distancia, no sólo de ella sino de mucha gente. Antes de que el patrón se repitiera de nuevo, con la nueva "mejor amiga" en turno. Sé que fue así, ni como defenderme. Fui tremendamente débil.
 
Amigas por las que hice de todo. Amigas que me hirieron profundamente. A las que perdone mil millones de veces y con las que siempre me disculpe aún más, aunque no siempre sabía porque. Amigas que siempre me quisieron, o juraron hacerlo, y que siempre me encontraron útil, practica, hasta el primer día que no hice exactamente lo que querían. Amigas que sinceramente no merecían ser amigas. Tonta de mi, no lo quería ver. Perdí perspectiva, quería cariño a cualquier precio y no me di cuenta de que algunos le ponían un precio demasiado alto a migajas de algo así como cariño.
 
Mis amigos eran diferentes, mis amigos no me dejaron nunca caer en eso, ellos ponían alto a esas cosas... ellos eran más sencillos. Siempre estuvieron ahí para calmar tormentas. Sin embargo, tal vez yo ya me alimentaba de costumbre, yo ya era una experta en "me callo para que no te enojes", "me aguanto para conservar una amistad"... y quise ser la amiga ideal y me deje usar por demasiadas amigas que no eran lo que parecían, que tal vez, como Lupe, no tenían malas intenciones conmigo, pero de cierto modo hacían lo mismo y como no había mala intención no sentían culpas. Y tal vez la única que lo vio fue Ximena, tal vez lo que nos pasó estuvo bien sólo para evitar terminar repitiendo con ella el mismo patrón, más por costumbre que por otra cosa, que nos hubiera llevado a un final todavía más trágico.
 
Y a dónde lleva todo esto, ese es el asunto... Después de ver la película deje correr una película de recuerdos en mi cabeza, como una reflexión, tal vez un tanto como otro de mis exorcismos. Tal vez para recordarme donde he estado, qué he aprendido y que he perdido... pero también que he ganado.
 
El asunto es que, si realmente deseo contar lo que he ganado necesito entender cosas... Porque todas esas experiencias me hicieron aún más insegura, desconfiada tal vez, me hicieron encerrarme dentro de mi y dudar de a quien acercarme. Las malas experiencias me hicieron dudar de si podía seguir queriendo a la gente, de si iba a dejar que me quisieran. Y eso en definitiva no estaba bien, no esta bien. Y no es justo, ni para mi ni para los que me rodean
 
Y mientras miraba "Respira" y recordaba y reflexionaba, entendí que tal vez yo no tomé las manos amigas que me hubieran ayudado a salir de esas malas amistades a tiempo, o tal vez justo porque las que si tomé, como la de Estefanía, no fueron mejores, y por eso no quise tomar otras manos, o no quise verlas (ojos que no ven, corazón que no siente). Entendí que nunca conseguía salir a tiempo, pero que ahora estoy fuera. Que esto no puede volver a repetirse, ni con nuevas amigas ni con nadie. Punto final a eso...
 
Pero, que no por todo eso puedo seguir dejando fuera a tanta gente, no lo merecen, no es valido. Tal vez me estoy perdiendo de mucho y poniéndole barreras a muchos, y es que, si esta bien que haya decidido ponerle fin a esas "mejores amigas" y que sea muy feliz ahora, pero no puedo no tener otras amigas nuevas, no puedo mantener distancia y no dejar que otras me conozcan, personas maravillosas como Anita o Catherine no merecen que yo les ponga un muro para bloquear una amistad sólo porque alguna vez me hicieron daño. Amigas como Xime o Gabs no tienen culpa de nada de lo que pasó y si siempre me hacen sonreír no tengo porque no acercarme más. Como dije, con los amigos es diferente, siempre he tenido menos líos, pero tal vez sería bueno levantar la mirada y entender que han sido y seguirán siendo pilar de apoyo y que con ellos también es justo dejar de poner barreras.
 
Y no sé, tal vez estoy un poco melodramática, tal vez mi emoción regente si es la melancolía, pero desde que vi esa película estuve segura de que le debía al mundo y a mi misma estas palabras, supe que era hora de hacerlo de nuevo... de respirar. Respirar, aprender y abrir las puertas. Y esta vez, con cuidado, dejar que otros entren, pero también que las palabras salgan.  Sólo... respirar y seguir andando.

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