De la chica de la foto
Porque en los días de bajón no soy la chica cool de la foto, no me siento increíble e invencible, siento que resbalaré del pole porque no soy tan fuerte. En los días malos no veo la sonrisa en la foto sino las ojeras tras los lentes, las fallas e imperfecciones... Y es aterrador, porque me descubro intranquila e insuficiente, escuchando otra vez las voces de mi cabeza, esas que a ratos se escapan de las sesiones de terapia y los ánimos renovados.
Los días que me tiran suelen venir muy pegados a los buenos, suelen seguir a un día de demasiada alegría, suelen ser horas después de ver a Aurelio en una tarde agradable o colarse después de que un amor me devolvió la sonrisa. Es el bajón de adrenalina después de estar al tope. Y son peligrosos, son engañosos. Porque me recuerdan que son mi cabeza.
Los días malos son las voces de mi cabeza volviendo, son mis ideas desordenando todo, son el miedo a mi y mis inseguridades colándose ante la seguridad de más de un año de terapia, son mi miedo tapando las voces alentadoras (mías y de otros)... son el recuerdo de una falla, de una pérdida, de un abandono.
Las voces gritan de nuevo y me recuerdan que un día me caí, que un día tuve que renunciar a lograr una figura, que alguna vez no fui la asistente perfecta y el jefe lanzó una mirada molesta... las voces me dicen que una vez fui la segunda opción, que ningún vestido bonito bastó para que un sujeto me tomará en serio, que alguna vez no me priorice y me sentí poca cosa. Los días malos mantienen eso.
Los días que me tiran me llenan de lagrimas internas, de dudas, me piden a gritos un aval, un refugio, un refuerzo, un abrazo tan fuerte que recomponga todo, diez millones de "todo irá bien". Pero no lo pido porque las mismas voces me llaman débil, intensa, llorona o quejumbrosa. Y como cuesta salir de ahí.
Así que ahora, desde aquí, desde un día malo y de bajón, se lo pido a la chica de las fotos, a la que se ve invencible y sonríe como si de verdad fuera la más bonita y lista, le pido el aval que tuvimos ese día en la foto, le pido el refuerzo de ese día que fuimos, vimos o hicimos... Porque en las fotos hay más que dudas y ojeras, o sonrisas y figuras. Y esa captura de un instante cuenta que había detrás y esa historia es increíble y ni los días malos y las voces pueden con ella.
Esto también pasará.
Escribes muy bonito , ojalá puedas escribir algo para mi algún día, no muy lejano
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