Sobre mi bruja de carne y hueso

 

Hoy terminé de releer Palabras Envenenadas, una de las novelas más intensas y apasionantes que he tenido en manos. Y fue en honor de que hace casi un año que conocí a su autora, Maite Carranza.

 

Palabras Envenenadas es uno de esos libros que te cautiva desde la primera palabra, que te mantiene en suspenso todo el tiempo, que te hace desear más y más, nunca parar, que se te mete hasta lo más profundo de la mente y el corazón... y que te sorprende, y que el final es inesperado y maravilloso. Es un final con el que gritar, llorar, emocionarse. Que te hace sentir con los personajes.

 

Y Maite Carranza, bueno... aún casi un año después de haberla conocido (la conocí el 17 de noviembre de 2012), recuerdo perfectamente como es, como se escucha su voz, lo sinceras que pueden ser sus palabras, lo personal que es para ella hablar de sus libros, la delicia con la que habla de ellos... es una escritora mágica y en definitiva una mujer increíble. Ha sido maravillosa conmigo aconsejándome sobre escritura y teniéndome paciencia.

 

Así que, releí Palabras Envenenadas como en su momento toda  la trilogía La guerra de las brujas, porque Maite Carranza si hace magia con las palabras, porque cautiva, porque hechiza... y porque ella es una bruja de carne y hueso, una de las buenas.

 

Gracias Maite.