A veces hacemos lo correcto y aún así perdemos

Alguna vez escuche una frase muy interesante: "A veces hacemos todo lo correcto y aún así perdemos"... tal vez de inicio no la comprendí, hasta que, no tanto después, resultó que me vino como anillo al dedo. Y entonces comprendí que era una frase terriblemente cierta, o tal vez sólo fui que la adapté e interpreté según mis propias circunstancias.

 

Un amigo me preguntó de que se trataba, él no podía entenderme, y a lo mejor en el momento no le pude explicar, en parte porque no estábamos hablando de frente y en parte porque yo estaba en una racha de sentirme muy triste, pero ahora, con la mente un poco más despejada, me gustaría escribir lo que yo interpreté, lo que no le pude explicar a uno de mis mejores amigos en su momento.

 

A veces hacemos lo correcto y aún así perdemos... yo lo entiendo así (según me paso):

 

A veces le das a los que quieres su espacio, eres buena, comprensiva, tratas de siempre escuchar, tienes paciencia cuando te cancelan las salidas, comentas cosas bonitas en las fotos, eres buena amiga y de cualquier modo una de tus mejores amigas en el mundo decide no invitarte a su boda.

 

A veces una se esfuerza al máximo, pone todo su empeño en el trabajo, en quedar bien, en dar lo mejor de si, en dejar de lado lo que resulta un distractor, deja de lado el pasatiempo que más ama, y al final una ya no vuelve a bailar.

 

A veces una es encantadora, sonríe, es comprensiva, acompaña, anima, apoya, escucha cuando es necesario, agradece todos los consejos y usa su falda más bonita, y aún así tu guapo mejor amigo decide no ver que siempre estas ahí y mandarte a la Friend zone, presentarte a su novia número un millón y no verte del todo.

 

A veces pasa. A veces hacemos todo lo correcto y aún así perdemos. La primera vez que entendí eso me sentí resignada, triste incluso, pero creo que es más que eso... No creo que se trate de rendirse, de llorar, de pensar que no vale la pena seguir intentando. Más bien creo que puede ser lo contrario, porque si hacemos todo bien, si, a veces perdemos, pero también es probable que a veces ganemos.

 

Y a lo mejor mi amiga ya no me invitará a los días importantes de su vida sin que yo sepa exactamente porque, pero tal vez yo haya aprendido que no éramos tan amigas como creí, y aunque eso parece triste, puede que este bien. Siempre es mejor saber que no saber.

 

Y a lo mejor renuncie a bailar para ser la asistente ideal, pero eso no significa que no pueda cambiar de parecer o retomarlo en el futuro, tal vez lo que hice fue aprender a ordenar prioridades.

 

Y a lo mejor mi amigo nunca va a fijarse en mi de ese modo, a lo mejor siempre voy a ser sólo su amiga y me seguirá platicando de su novia, puede ser que si, pero eso no cambia que sigue siendo uno de mis mejores amigos del mundo y que sigue estando ahí para mi siempre que lo necesito. Tal vez hay cosas que simplemente no pueden ser.

 

Y no es resignación.  No siento pena de mi (al menos ya no). Es simplemente que ya entendía que si, a veces perdemos, pero, con suerte, a veces también ganamos. No es renunciar, es aprender.

¿No vale la pena entonces seguir haciendo lo correcto?